miércoles, 4 de marzo de 2009

Vomitando la noche


Para muchos, la noche resulta ser el momento más ameno. Es el momento para encontrar los sonidos del alma y los suspiros del corazón. La noche enamora, ilustra, encanta… la noche… está llena de pendejos al micrófono que llenan de putadas los odios de los cálidos insomnes.

Qué tristeza, qué rabia y qué desdén produce escuchar Radio Súper con sus “plegarias” y “predicadores” que se jactan de ser lo mejor que camina por la tierra y cuando dejan ese rol de “santos” salen a putiar y madrear a los mendigos súbditos que tienen al lado y a los séquitos a quienes subyugan con cada una de sus cadenas verbales, que van desde un simple: “usted si es marica” y se derrama llegado a un “coma mierda, haga las cosas bien”… te suena eso, cierto, Rafael Linares.

Va uno pasando el dial y llega a Caracol, allí la gente se desahoga de sus problemas e intentan encontrar ayuda a las calamidades que la vida les prodiga. Por lo menos tienen a alguien que sabe escuchar e intenta ayudar… luego porque dicen que Caracol es Caracol.

Sigo el dial y me detengo en los 790… momento para hacer un alto en el camino y tomar nota de todo lo que no se debe hacer en la radio, en los medios, en la noche, en el día, en la tarde… en la vida.

Alonso Arcila, el “habitante mayor”, pero con lo que dice, parece el habitante mayor de la calle o de un suburbio cualquiera: es la diarrea que caga la noche y el vomito que acochina los oídos.

El tránsito por dicho programa no sólo exige el odio sino la capacidad de tolerar. Es un tipo que habla con el estómago, que vive de la pauta publicitaria y, por ende, jamás escucharán de él un comentario medianamente objetivo sobre algo: se la monta al ex alcalde Fajardo porque no era de sus afectos, es que claro, cuando se es tan llave de Lupe es difícil darle la espalda; además, porque darle la espalda a Lupe trae consigo un segundo peligro…

Ahora, se la monta a Alonso Salazar y el motivo sigue siendo el mismo: Arcila, reconozca que a Lupe ya lo humillaron y si quiere tanto a la ciudad haga algo por ella en esas cinco horas que tiene al micrófono. Dedícate a trabajar por la ciudad y no a pedir que tengamos himno y bandera, eso es algo mínimo y es lo que haces todo el tiempo… ahh, y dar resultados de chance, cosa que a veces hasta te queda grande y la delegas es tu hermano… Dios mío, que de él prefiero ni acordarme.

Un favor, algún día decí algo sincero, inteligente, sesudo. Algún día regálales a los celadores un comentario que los llene de algo. Algún día pensá antes de hablar y de decir tantas sandeces… algún día dejá de vomitar comentarios acomodados y bríndale a la noche y poco de paz.

Cuando un oyente te llame, Alonso, a darte un dato cualquiera, investígalo y somételo a un juicio de verdad, pero no creas lo que te tiran porque ahí es donde se falla.

Luego dicen que no es necesario estudiar, pero tampoco es justo que un locutor de almacén lleve 34 años llenando a sus oyentes de NADA y vomitando la noche.

“El Tanque”…

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