domingo, 22 de marzo de 2009

La "Telearepa" quemada


Qué comedera de caca tan impresionante la que nos mandamos los periodistas, los que rajamos y decimos las cosas como son. Ay, Dios, cuidado, depronto herimos las políticas de algún canal de televisión o le damos en los genitales a algún jefe de programación.
Esta dulce introducción es para hacer referencia a otra vil y cochina censura que hizo Teleantioquia hace pocos días. En los medios de comunicación existe un personaje que se hace llamar la Tía Arpía…. Igual de lengüilarga como nosotros, de esas que no perdonan ni media y levantan ceja cuando critican. Por ahí la vi el año pasado en el periódico El Mundo y actualmente en un programa del canal regional llamado “Las tres gracias”, creado para las amas de casa y para los desocupados que están viendo T.V de 2 a 3:30 de la tarde. Ah, pero claro, la sección de la tal arpía no duró ni 3 semanas porque la muy valiente estaba dando garrote sin compasión a todos los canales pútridos – nacionales y regionales. Por ese detalle, los directivos de Teleantioquia, muy machitos ellos, muy orgullosos, le comunicaron a Lucero Vilchez, directora de las “agraciadas”, que ese es “un programa de entretenimiento que no puede generar opinión y que no es política del canal hablar del mismo canal y de los otros medios”, qué tal estos verracos tan subidos. Ojalá les digan lo mismo a los hablantinosos de “El súper debate”, compañeros del bobo de “Rafagol”; esos si que acaban con la reputación de cualquiera y le quitan credibilidad a un canal como Teleantioquia, que ya me cae mal desde hace mucho rato por las tales políticas de las que tanto presumen.
Señora arpía, no nos pregunte cómo averiguamos su censura, sólo le digo que no se deje mangonear de los manipuladores cochinos que hay acá y que no pierda su esencia venenosa. ¿Libertad de prensa? Esa vaina qué se hizo, será que se la están merendando los dueños de los medios de comunicación, esos que no han entendido que cuando uno raja y habla pestes es para que dichas víctimas mejoren y hagan cosas buenas por este país. Pero listo, petimetres, vamos con toda, pues.
“El caricato”

martes, 17 de marzo de 2009

Circular con hambre


Mientras en un país existan burros es porque dicho territorio está atrasado y es intolerante por naturaleza… y acá hay mucho burro. Hoy me cogieron de mal genio, de malas pulgas, verraco, iracundo y más arpía que nunca jamás. Yo no voy a permitir que me ultrajen o me sometan a vejámenes así como así, no faltaba más. Estas líneas están dedicadas, única y exclusivamente, a una chucha vieja y cochina, conductor de Circular Coonatra, placas TIT 595 de Medellín, ruta 300 y 301.
La odisea comenzó en el puente de la Iguaná, a dos cuadras del periódico El Mundo, donde este medio de transporte y guarichadas transita diariamente. Para mi infortunio me subí a semejante destartale, cuyo “conductor” era un viejo de 70 años aproximadamente, más ordinario que un pincher de bosal y falda. Este señor, si se puede llamar así, no tiene idea de manejar. Por dicho motivo todos los pasajeros nos vimos matados más de 10 veces en un trayecto de 20 minutos. Se pasó un semáforo en rojo, no se parqueó en uno de los paraderos porque el muy bestia iba cogido de la tarde, por poco y se le va encima a una moto, metía los cambios mal (ya se imaginarán el estruendo) y si se encontraba con un trancón comenzaba a sacarle la leche a ese pito, cuyos decibeles eran más fuertes que los de la trompeta de Gabriel. Alguien, muy generoso, le protestó a la chucha, quien iracunda y con alto grado de conchudez le dijo que iba de afán, gústele a quien le guste. Qué tal este verraco tan subido. Mientras peleaba y echaba cantaleta se pasó 3 policías acostados, tirando a dos pobres señoras al suelo y dejando a más de uno sin aire. A mí me disculparán, señores lectores, pero me provocó coger a pata a esa chanda inmunda e irrespetuosa. No me le sé el nombre pero a esa rata ya le tengo la cola pisada porque esta vaina no se va a quedar así. No voy a descansar hasta ver público el nombre completo de esa mula y de distanciarlo a más de 500 metros de una cabrilla, por animal. Me imagino que el directamente implicado responderá al nombre de Roncancio Patadura del Corral.
Este fastidioso hecho es apenas un ejemplo de lo que pasa a diario en todas las rutas de Medellín; me atrevo a decir que en todas las de este país. Todos, a excepción de algunos cuerdos, son unos hijos de la peor madre que no se merecen el respeto de nadie. Alguien que atente contra el derecho a la vida, la integridad física y moral de cualquier ser humano debe tener el título de persona no grata en cualquier parte del mundo. Y eso, querido lector, que no he mencionado a aquellos choferes que son compinches de las ratas mayores de esta ciudad, de las sanguijuelas ladronas que hacen corrillo en el barrio El Pesebre, aledaño a Robledo, y los del Parque Berrío, entre otros.
A todos ustedes, degenerados e imprudentes, que creen que la gente decente somos una mercancía barata, les va a saber a cacho que yo sea un constante pasajero de las rutas de Medellín. O respetan o no nos cobren el pasaje.

“El Caricato”

lunes, 9 de marzo de 2009

Sobredosis de traquetos


Para ustedes, “teledementes”, es de gran reconocimiento las siguientes producciones de televisión: “El cartel”, “Los protegidos”, “Sin tetas no ha paraíso”, “Séptimo día”, “El mundo según Pirry”, “Colombia vive, 25 años de resistencia” y “Contravía”. Todos los anteriores son programas nacionales emitidos en canales privados y públicos que se resumen en estas palabras: traquetos, coca, guerrilla, paramilitares, secuestros y violencia en todas sus presentaciones.

Quiero dejar al margen de mis críticas a programas como “Contravía”, cuyo fin son las denuncias que hace el periodista Hollman Morris, quien refleja los atroces hechos que a diario ocurren en las distintas regiones colombianas, azotadas por la guerrilla de las Farc y los grupos paramilitares. También, quiero aplaudir a programas como “Séptimo día”, producción que saca a flote sus profundas investigaciones con un periodismo imparcial y con testimonios reales.

A mí, “El caricato”, como uno más de esta ralea de “teledementes”, me gusta “El mundo según Pirry” porque, así sea una tragicomedia, hace reaccionar a estas mentes tapadas de óxido farandulero ante las problemáticas sociales que vive Colombia y el resto del mundo. Guillermo Prieto, Pirry, muy noveludo y todo pero atrapa la atención ante cualquier situación. La sacaste barata conmigo, acróbata chaparrito.

Desde principios del año 2008 hasta el sol de hoy las novelas y series, mencionadas en el primer párrafo de este texto, nos han bombardeado de narcos, bala, violencia, contrabando y palabras soeces. Ah, pero claro, es que acá en Colombia no se hace nada si no es por petición del “teledemente”, cuyas actitudes y gustos televisivos me demuestran que a este pueblo le encanta que masacren, den cachetadas, puños, puñaladas y que involucren a las modelitos paisas en cuentos raros. Eso si, después estamos pidiéndole, a gritos desaforados, a "Colombia es pasión", a Juanes, a Shakira, a Fonseca y a los actores de nuestra patria para que realicen un video que demuestre que nosotros no sólo somos coca, ni Pablo Escobar ni guerrilla, sino que tenemos un clima privilegiado, los mejores paisajes y la mejor gente del universo. Lo peor: el Canal Caracol y RCN sacan a la luz pública los DVD con la recopilación de estas exitosas series para que los colombianos se sientan orgullosos y vuelvan y vean lo que “realmente” somos. Al otro día estamos furiosos, iracundos y fastidiados con los gringos y los europeos porque nos tratan de personas selváticas que lo único que sabemos hacer es cultivar coca. Lo que hacemos con la mano lo borramos con el codo… es nuestro hobbie favorito.

Por mi parte, prefiero cambiar de canal, si es que no me encuentro a Discovery Channel con documentales de Escobar o a Cinemax con películas del mismo personaje, mostrando a Bogotá y Medellín como potreros de clima ardiente.

Señores productores, directivos, libretistas y demás miembros de los canales regionales y nacionales: ya sabemos que estamos rodeados de polvo blanco, agua caca y personajes no gratos; desde la década de los 80 nos dimos cuenta de eso. Con un documental o una novela que pasen acerca del tema es suficiente.

¿Qué sigue? Claro, se me olvidaba…el señor David Murcia Guzmán, el genio estafador, llevado a la pantalla chica. Ya se deben estar peleando para producir una película sobre otra cochinada más de nuestra querida Colombia.

“El caricato”

miércoles, 4 de marzo de 2009

Vomitando la noche


Para muchos, la noche resulta ser el momento más ameno. Es el momento para encontrar los sonidos del alma y los suspiros del corazón. La noche enamora, ilustra, encanta… la noche… está llena de pendejos al micrófono que llenan de putadas los odios de los cálidos insomnes.

Qué tristeza, qué rabia y qué desdén produce escuchar Radio Súper con sus “plegarias” y “predicadores” que se jactan de ser lo mejor que camina por la tierra y cuando dejan ese rol de “santos” salen a putiar y madrear a los mendigos súbditos que tienen al lado y a los séquitos a quienes subyugan con cada una de sus cadenas verbales, que van desde un simple: “usted si es marica” y se derrama llegado a un “coma mierda, haga las cosas bien”… te suena eso, cierto, Rafael Linares.

Va uno pasando el dial y llega a Caracol, allí la gente se desahoga de sus problemas e intentan encontrar ayuda a las calamidades que la vida les prodiga. Por lo menos tienen a alguien que sabe escuchar e intenta ayudar… luego porque dicen que Caracol es Caracol.

Sigo el dial y me detengo en los 790… momento para hacer un alto en el camino y tomar nota de todo lo que no se debe hacer en la radio, en los medios, en la noche, en el día, en la tarde… en la vida.

Alonso Arcila, el “habitante mayor”, pero con lo que dice, parece el habitante mayor de la calle o de un suburbio cualquiera: es la diarrea que caga la noche y el vomito que acochina los oídos.

El tránsito por dicho programa no sólo exige el odio sino la capacidad de tolerar. Es un tipo que habla con el estómago, que vive de la pauta publicitaria y, por ende, jamás escucharán de él un comentario medianamente objetivo sobre algo: se la monta al ex alcalde Fajardo porque no era de sus afectos, es que claro, cuando se es tan llave de Lupe es difícil darle la espalda; además, porque darle la espalda a Lupe trae consigo un segundo peligro…

Ahora, se la monta a Alonso Salazar y el motivo sigue siendo el mismo: Arcila, reconozca que a Lupe ya lo humillaron y si quiere tanto a la ciudad haga algo por ella en esas cinco horas que tiene al micrófono. Dedícate a trabajar por la ciudad y no a pedir que tengamos himno y bandera, eso es algo mínimo y es lo que haces todo el tiempo… ahh, y dar resultados de chance, cosa que a veces hasta te queda grande y la delegas es tu hermano… Dios mío, que de él prefiero ni acordarme.

Un favor, algún día decí algo sincero, inteligente, sesudo. Algún día regálales a los celadores un comentario que los llene de algo. Algún día pensá antes de hablar y de decir tantas sandeces… algún día dejá de vomitar comentarios acomodados y bríndale a la noche y poco de paz.

Cuando un oyente te llame, Alonso, a darte un dato cualquiera, investígalo y somételo a un juicio de verdad, pero no creas lo que te tiran porque ahí es donde se falla.

Luego dicen que no es necesario estudiar, pero tampoco es justo que un locutor de almacén lleve 34 años llenando a sus oyentes de NADA y vomitando la noche.

“El Tanque”…

domingo, 1 de marzo de 2009



"El Tanque"



"El Caricato"

¿Ciudad para quiénes?


Los saludo de nuevo, a los queridos y a los no tan amables lectores. Hoy, mi crítica será breve y directa en contra de la discriminación, incomodidad y falta de cuidado de las calles de Medellín. Invito a todos los ciudadanos (sinónimo de víctimas en ocasiones) para que compren lazos, escaleras y algunas tablas para que no sufran tanto en épocas de invierno (que ya son todo el año). Ah, también les recomiendo que tomen un curso para imitar a Indiana Jones y sus divertidas peripecias.

Sectores como Robledo, Calasanz, San Juan, La Playa, El Poblado, Guayabal y Los Colores (por mencionar algunos) están adoptando la imagen de coladores y trincheras de guerra por sus prominentes huecos en las aceras y calles. Por lo anterior, el invierno que ya se extiende por todos los meses del año, se convierte en un verdadero problema para todos; hasta los que tienen carro también se ven afectados por semejante carretera destapada. Díganme ustedes, lectores de “Al fondo a la izquierda”, ¿a quién le echo el agua caca? Criticar a la Administración Municipal es una opción, poner en duda el período de Sergio Fajardo, quien muy bello y muy querido amplió las calles para el peatón, pero que estrechó sobremanera las vías para los carros y las catedrales de buses, que de hecho se gastó un dineral para convertir la ciudad en un pequeño pueblo, sería otra deliciosa opción.

Los puntos que más me preocupan no son precisamente empantanarme y llegar a la casa como un trapo viejo, ni meter la pata a un hueco y que se me fracture un tobillo. Lo más preocupante es que por todas las generaciones, los paisas, dándonos de independientes y los más verracos de Colombia, hemos criticado, incesantemente, a los bogotanos por vivir en una ciudad repleta de huecos, intransitable para cualquier ser humano. Les dejo una espinita: la insuficiente infraestructura vial y el diseño arquitectónico de la ciudad ¿en qué posición están dejando a personas con discapacidad y limitaciones físicas? ¿cuántos problemas tiene el adulto mayor para transitar tranquilamente por las calles de Medellín? Ojalá, cuando marque a la Alcaldía o el señor alcalde y colega Alonso Salazar me atienda pueda responder estos cuestionamientos.

Señores, recuerden que tragar entero no engorda… bueno......y sé que más de uno está muy flaquito


“El Caricato”